Lugar muy mal mantenido. Al llegar, las sábanas de la cama tenían pelos, a las almohadas les faltaban las fundas y en la ducha también habían pelos. En cuanto a las instalaciones, en general, dejan mucho que desear. El hotel se sentía muy vacío. Por otro lado, el restaurante italiano que poseían no era nada de bueno.
En resumen, lo único bueno que tenían era la piscina y que estaba en frente de la playa.
No volvería a quedarme ahí.