El hotel está bien, reformado con estilo moderno. El problema es su ubicación, esta muy lejos del centro como a 1.5km, sino dispones de coche, es un poco incómodo. Os explico, Bernkastel Kues, es una ciudad pequeñita, que puede ser visitada en 2 horitas, y esta dividida por un puente. Berkastel, donde se encuentra el hotel, donde no hay nada para visitar, y la otra Kues que es preciosa, recorrer todas sus calles y la plaza donde se encuentra la Casa inclinada. La verdad es que merece una parada, sobre todo sí vais en el periodo de los mercados de Navidad. Nosotros hicimos estancia allí, porque el aeropuerto de Franfurt-Hann sólo está a 1/2 hora en coche.