8/10
Hotel muy bien situado y cómodo, con una parada de tranvía justo en la puerta. Las habitaciones no son muy grandes, pero resultan confortables y bien equipadas. El desayuno es correcto y suficiente para empezar bien el día. El personal destaca por su amabilidad y disposición. El parking cuesta 21€ al día. Un punto muy positivo es que incluyen la cena y la “fika” (merienda): ideal si viajas con presupuesto ajustado. Siempre ofrecen una sopa caliente, ensalada y algún plato de carne, lo cual se agradece después de un día fuera. Las puertas de las habitaciones son muy pequeñas, pero como son celdas reformadas, quedan bien.

Mimon
Se hospedó 2 noches con amigos