Cuesta más de lo que vale, habitación superior en el último piso que equivale a un 4° o 5° sin ascensor, limpieza de los pasillos deficiente, posibilidad de cosas calientes en el desayuno pero tortilla te dicen que no t la hacen aún ofreciéndote huevos de varias formas, faltaría una tostadora que no hay en ninguna parte. Es de traca que por lo que pagas no haya aire acondicionado, en agosto y en el piso de arriba pega un calor q es imposible dormir, si abres la ventana oyes mucho ruido ya que nuestra habitación daba a la parte trasera de muchos locales. Para rematar te ponen un minúsculo bote de champu por persona para toda la estancia... no pueden cobrar eso y no reponerlo a diario, quizás no sepan que tenemos costumbre de ducharnos a diario. Por las fotos esperaba más, ha sido el hotel más caro en Polonia y la mayor decepción. Aunque esta céntrico hay muchas más opciones