Escogimos este hotel porque estaba relativamente cerca de la zona de Midtown (Times Square) y del metro. También porque las habitaciones tienen uns pequeña cocina con nevera, microondas, fregadero, armarios, utensilios de cocina y fogones.
La experiencia ha sido positiva, sobretodo por la comodidad de las camas, la amabilidad del recepcionista, la tranquilidad de la zona y la cercanía al centro de Manhattan. Además, la zona de Hell’s Kitchen dispone de una amplia oferta de restaurantes, supermercados, panaderías, etc. Es una zona con mucha vida y con ambiente mucho más tranquilo que el de Times Square.
Como puntos mejorables, destacaríamos que el hotel no tiene ascensor, no tienen servicio diario de limpieza de habitación (solo recogen basuras y toallas), la habitación solo dispone de una mesa pequeña y una silla (lo que hace difícil que los 4 miembros de la familia desayunen a la vez) y no hay posibilidad de desayuno o cena.
En resumen, es un buen sitio para alojarse, con buena relación calidad-precio, si se tienen en cuenta estas limitaciones de servicio.