Es un hotel pequeño situado en el centro de la ciudad, la zona antigua, en una calle muy transitada, con gran movimiento de comerciantes en los alrededores, lo que genera ruido pero solo en el día. La zona no es elegante pero esta rodeada de tiendas, restaurantes y cerca del teatro romano, a pie. Tambien cerca de la Citadel pero ahí si se requiere taxi. La atención del personal muy buena. El desayuno buffet aceptable. Buena relación por el costo