En pleno corso Buenos Aires, entre las paradas de metro Lima y Porta Venecia que te llevan a todos los puntos de la ciudad, aunque andando puedes llegar a la mayoría de las principales atracciones turísticas, por ejemplo al Duomo en 15/20 min y a la estación central en 10 min.
Muy nuevo, instalaciones comunes muy limpias.
La habitación está equipada con todo lo necesario, colchones y almohadas muy cómodas, calefacción regulable, mininevera con agua y refrescos, cafe y te.
El baño tenía radiador de toallas y secador de pelo.
Pero lo mejor de todo sin duda es la atención de Stefano.
Desde el día que llegamos hasta que nos fuimos se preocupó en hacernos sentir como en casa.
Hotel mucho más que recomendable si estás pensando en pasar unos días en Milán.
Nosotros volveremos!