El hotel es muy bonito, en el centro de Almería. Destacaría que el personal es bastante antipático, tanto en la recepción del check in como en el check out, distintas personas, parecía que te estuvieran perdonando la vida, la verdad... Tampoco pudimos probar los baños del hamman porque estaba todo completo. Deberían tener algún turno reservado para los clientes alojados en el hotel o al menos ponerse en contacto con ellos con anterioridad para informar de que este servicio, si no se reserva previamente, puede estar completo el día de su llegada... La piscina está climatizada, en la azotea, muy agradable. El desayuno bastante bien, sólo que el espacio es demasiado reducido. Te piden que reserves una hora para el desayuno y después están todas las mesas ocupadas y es imposible moverse por la zona del buffet... En fin, un hotel que podría ser un hotel boutique agradable hace que con estos pequeños detalles no llegues a estar nunca completamente confortable...