Ha sido toda una decepción, nuestros últimos dos días en Egipto los íbamos a pasar aquí pero nada más llegar ya fue desagradable, habían personas en el lobby del hotel, (varios hombres y una mujer) que no se si eran huespedes o personas del hotel, que cuando llegamos me hicieron sentir muy incómoda, me miraron con caras de asco y reprobación (llevaba una falda corta). Al ir a hablar con la recepcionista pareció que le daba completamente igual mi presencia, me miraba con cara de desprecio constantemente y de manera despectiva (creo que no hablaba inglés) pero no es necesario un idioma para ser amable. Al final nos atendió un hombre que me hizo firmas los papeles necesarios pero no nos dio información del desayuno, ni de la terraza, ni el WIFI, absolutamente nada, Lo único fue que nos acompañó a la habitación. El hotel parecía fantasma, no había nadie más que nosotros o eso parecía. La habitación estaba bien pero la moqueta nos daba la sensación de que no estaba del todo limpia y nos dio alergia. El aire acondicionado no funcionaba, solo introducía el aire con arena y contaminación de fuera hacia dentro. La ducha tenia mal hecha la puerta y se salía por todos lados... Lo único bueno de este sitio fue la mujer que daba los desayunos y nos hizo 2 tortillas francesas, nos puso buena cara y aunque no hablaba muy bien inglés fue amable. Eso si, el desayuno bastante pobre y algunas cosas estaban mas duras y secas que las pirámides. Sin duda no volvería.