Cogimos la suite deluxe, esta bien, aire acondicionado, nevera y sin mosquitos. Tiene el baño fuera, que como experiencia mola, pero a la larga un pelín incómodo.
Está a 3 metros de la playa, justo en la mejor zona para bañarte de la isla. El hotel cuenta con hamacas y sobrillas propias en la playa para usar durante el dia o ver el atardecer por la noche. También te llevan las bebidas a la hamaca, los zumos son geniales (aunque lo mejor es pedirlas en la barra y llevarlas tu mismo)
Lo que más nos incomodó fue el servicio de restaurante. Eran muchos camareros, pero solo la chica sabía lo que hacía. Los demás te traían lo que les daba la gana, nunca acertaban, que después de esperar 1hora te lo comias igual!
De la isla en general, o vas a hacer alguna actividad acuatica específica, o con un día llega de sobra.