Viajamos tres amigas y nos alojamos cuatro noches, y la verdad es que no tenemos ninguna queja del alojamiento.
La ubicación es verdaderamente ideal, puedes ir a todos lados de la ciudad y mercados principales andando sin ningún problema.
El entorno del hotel es agradable y acogedor, con mucha vegetación que te hace pensar que no estás en la ciudad.
La habitación era amplia (incluso con la cama supletoria que necesitamos) y estaba limpia, con camas cómodas y grandes. Tenía una pequeña terracita que daba al patio. Todo muy tranquilo y silencioso para el descanso. Tal vez el baño se quedaba pequeño, pero tenía lo fundamental y el agua salía bien de presión y temperatura que al final es lo que nos importaba más.
El desayuno está muy bien. Te dan a elegir entre diferentes menús preparados (americano, continental, ensalada de fruta, sándwiches...), todos abundantes y adecuados. Además podías pedir algún cambio o producto extra y lo traían sin problemas. El personal era muy agradable y estaba siempre dispuesto a todo.
Tal vez lo que menos nos gustó fue la piscina, ya que es muy pequeñita, no le da el sol y está justo en la entrada del hotel a la vista de todos viandantes de la calle. Pero bueno, para darte un chapuzón rápido y quitarte el calor acumulado del día es suficiente.
Creemos que es un muy buen sitio para alojarse por su situación fundamentalmente, pero también por su relación calidad/precio y su personal súper atento y dispuesto siempre.