Aunque su ubicación no está mal, nosotros que viajábamos con 2 peques de casi 3 años nos ha resultado decepcionante: el menaje es escaso, los apartamentos pequeños y de techo bajo, no hay ningún servicio cerca (el súper más cercano a unos 10’ andando) y dentro del apartahotel no hay nada más que una máquina vending. Al caer la tarde la recepción es un bullicio de gente que genera mucho ruido por causa de la acústica interior y es molesto para los que preferimos acostarnos pronto para aprovechar el día. En general hay mucho trajín de puertas y gente pegando voces por las zonas comunes a pesar de ser las 12 de la noche, hemos dado con huéspedes muy poco respetuosos. Además los patios a los que da el hotel (zonas comunes de edificios residenciales colindantes) son muy ruidosos con vecinos algo escandolosos.
Aún así el barrio es bonito, a 2 paradas en bus de Amsterdam Centraal y en general el personal ha sido muy amable con nosotros (se dejan la piel por hacerte sentir bien, gente muy joven y muy entusiasta).
Para ir con colegas es perfecto, para familias con niños pequeños creo que no está a la altura.