Hotel correcto. Aunque se ve que no ha sido renovado en un tiempo, está bien equipado, y tanto el exterior como el interior del edificio tienen mucho sabor (incluyendo el jardín de la parte de atrás, que utilizan como terraza). Es también un restaurante-bar. He cenado en el hotel y estuvo bien y a precio razonable. El ala del hotel en la que estuve no tenía ascensor, con lo cual se sube por la típica escalera empinada de las casas holandesas antiguas (si no hay problemas de movilidad o un equipaje muy pesado, esto puede ser hasta gracioso). Eché de menos una barra para poner la toalla en el baño. Personal amable. Se aparca gratis en la calle, y el centro de Zwolle está a un agradable paseo de 10 minutos