El hotel dispone de todos los servicios que ofrece, la piscina estaba bien y siempre había tumbonas libres, la playa a tan sólo cinco minutos andando, eso sí había que pagar si quería ocupar tumbonas del hotel disponibles en la playa, 15 euros al día.
El desayuno era buffet, estaba bien pero faltaban algunos productos propias del consumo de americanos, pero para nosotros bien, el horario de desayuno era bueno de 7 a 10 h y si tenías que ir a desayunar antes de esa hora sólo tenías que avisar y te abrían la puerta eso sí no tenías todos los productos como bollería y esas cosas que servían a partir de las 7 h.
No podemos opinar más sobre tema de comida puesto que teníamos alojamiento y desayuno y la cena nos dijeron que costaba 25 euros por persona, niños en nuestro caso gratis. Optamos por cenar fuera todos los días puesto que salía más económico.
La situación del hotel buena, tanto para la playa como para salir por la noche con diversos restaurantes, bares, discotecas, supermercados y actividades infantiles. También estaba a 10-15 minutos de la parada de autobús desde la cual podías coger tanto urbano para el aeropuerto como autobuses para hacer excursiones.
El hotel es tranquilo, serio y para familias con niños.
El wifi caro, hay que pagar tasas de impuestos, nosotros 21 euros los cuatro. En la recepción del hotel se hablan cuatro idiomas pero el español no es uno de ellos. No obstante ellos te entienden y te ayudan en lo que pueden.