Muy céntrico, a 10-15 minutos andando de cualquier punto de interés de la ciudad. El personal muy amable, con especial mención a la recepcionista de tarde, que nos hizo algunas recomendaciones turísticas y de restaurantes muy acertadas. Buffet de desayuno, bastante rico además, incluido en el precio de la habitación.
Nuestra habitación, desgraciadamente, daba al pasillo de entrada al hotel (planta baja) y por tanto no tenía grandes vistas ni ventilación (tampoco en el baño), salvo que se abriese la ventana, dejando las pertenencias al alcance de otras personas o a la vista de ojos curiosos. Amplia, pero sin exageración.
La ducha, separada solo del resto del baño por una cortina, con todo el suelo de mosaico al mismo nivel, nos dio mala sensación de entrada, pero la usabilidad de la misma resultó bastante buena.
La relación calidad/precio es bastante buena, en todo caso.