Hotel a escasos 200 metros de la entrada a la KRUGER GATE. Hotel con unos espectaculares jardines, piscina, desde la terraza, puedes disfrutar de una bebida, oyendo los sonidos de monos, hipopotamos...Los servicios del hotel funcionan perfectamente, el servicio es cálido. La comida de la cena es excelente y dispone de un bufet amplio, variado puedes disfrutar de un wok diferente cada dia, carnes (de kudu incluso), estancia perfecta. El único punto que no me gustó es que es desayuno lo empiezan a servir a las 6:30h, cuando las puertas del parque lo hacen a las 6:00h.