El hotel es de diseño, precioso, muy bien conectado con cualquier lugar de Londres. El restaurante excelente.
Pero la parte negativa son las habitaciones y el personal.
Estuvimos 6 noches con mi hijo de 16 años en un plegatin pequeño (a 300€ la noche), la cama de matrimonio se hundía lo que me provocó un dolor de espalda que tuvieron que pincharme de urgencia y dormí la penúltima noche en el plegatín que era más duro y la última en el suelo. Penoso.
Y el minibar, de las 6 noches no lo repusieron en dos de ellas a parte de la indiscreción de la camarera de pisos que entró hasta el baño a preguntar a qué hora ibamos a salir de la habitación para hacerla, esto a las 9,30 de la mañana!! El personal en general parecen chiquillos de prácticas pasivos que no saben nada ni te resuelven nada.