4/10
Mal recibimiento, con nuestras pulseritas verdes "all include" que nos diferencia de los vips azules y rojas. Caras agrias, muchas horas de trabajo en sus cuerpos. Somos un animal al que atiborrar con lo que sea.
EL trato va en función del color de la pulsera, si eres hispano, castaño etc.., 2 veces me preguntó seguridad por la pulserita (me imagino que pasa cuando el resto son alemanes o ex-unión sobiética)
Si no te toca el edificio principal, las habitaciones están en unos edificios anexos, que hasta a ´"freddy cruger" le daría miedo entrar para acceder a la habitación, que por otra parte es limpia y en buen estado. Pero recuerden muchachos que estamos en un 5*. Que depende de la oferta que pilles puedes pagar desde 100 euros la noche a 500 euros (en una doble estándar)
A la piscina con el tobogán y el mar nada que reprochar, aunque entrar al agua no es posible para niños pequeños por el desnivel y las piedrecitas, el agua limpia del mar y la vista alrededor merece ese saltito.
Comida: el segundo día ya me aburría. (afortunadamente solo estuve 2 días)
