El apartamento está bien, amplio, equipado, cómodo, limpio y a buen precio. Te mandan una clave para acceder al edificio y la tarjeta de la habitación preparada en un cajón. No ves a nadie durante tu estancia (eso si, la atención telefónica, correcta y efectiva). Pero el sistema es astante frío e impersonal.
No había manta en el apartamento, ni en la cama ni en el ropero, por lo que hubo de tirar de calefacción.
Otro detalle imperdonable fue que olvidaron poner papel higiénico. Cuándo lo comuniqué al irme el día siguiente, pidieron sinceras disculpas.
No está insonorizado, por lo que el ruido de la carretera que hay al lado, es constante.
Para terminar: aparcar es toda una odisea en la zona. Y olvídate de dejar el coche en el parking que hay al lado: 40 euros la noche.