La verdad es que el hotel está situado en un entorno maravilloso, llegamos de noche y al despertar y retirar la cortina... wooow! espectacular la vista... La habitación es otro cantar. Hemos estado dos noches en el anexo. Al igual que en otros sitios que hemos estado en nuestra ruta de 15 dias por Noruega, las habitaciónes son antiguas, sin apenas mantenimiento parece que has vuelto a los 70... Para los precios que hemos ido pagando esto tumba la relación calidad/precio. El cuarto de baño de lo peor que me he encontrado, es como el de un tren, asi mas o menos como una cabina de plástico, con una ducha fatal, el agua saliendose lor debajo, luego la humedad que coge al estar todo mojado y calefactado por dentro durante la noche, buf... la alcachofa de los años 60, muy muy mal. Se salva la zona de cama, redecorada y un poco mas confortable , A nivel del desayuno bastante bien, aunque ya os digo que no hay bolleria ninguna. Un muy buen cafe para ser americano y algunas especialidades locales como en casi todos los sitios. Nos gustó. El hotel está a una hora de Geiranger y justo de Hjelle sale la carretera panoràmica Fv 258 (Gamle Strynefjellsvegen) con algunos puntos de interés, aunque nosotros la encontramos cortada (segunda semana de septiembre) solo pudimos ver la catarata de Videfossen, bonito sitio pero hacia un frio del carajo y volver por donde habíamos venido. Total, estuvimos bien porque no somos tampoco muy tiquismiquis pero me pareció no acorde el precio. Saludos.