Hotel pequeño, Con bonita vista al mar, sin balcón. Varias opciones de comida, muy cerca. Si vas en auto, lo tienes que dejar fuera del pueblo, por lo que recomiendo sólo cargues con una maleta muy pequeña con lo que necesites para tu estancia. Lo único no tan positivo es que tuve que esperar más de 30 minutos por el dueño para que nos llevara a dejar el auto y llevarnos de ahí al hotel, Esto a pesar de qué avisé con tiempo sobre mi llegada. Sin embargo, debo decir que Paolo es muy amable, te cuenta la historia del pueblo y te da excelentes recomendaciones y actividades.