El hotel está muy cerca de la estación del metro Victoria; la situación actual de Grecia hace que el recorrido de 1 km a pie se haga con algunas precauciones, pero en general la zona es muy segura. Recepción limpia, muy amplia. La habitación (105) muy cómoda, limpia y silenciosa; agradable para una sola persona. Sólo tuve un inconveniente: la regadera no tiene cortina, y creo que la razón es que está tapada, por lo que se hace un charco mientras uno está bañándose, salpicando todo lo que hay alrededor. Agua caliente abundante y servicios sin problema. El desayuno cuesta cinco euros, muy bueno: café, pan con mermelada, mantequilla y miel, una rebanada de jamón y otra de queso, jugo de naranja. Muy sabroso. El personal fue muy amable: resolvieron todas mis dudas. Para llegar al aeropuerto, puede reservarse un taxi a la calle Syntagma (cobró 6,50 euros a las tres de la mañana) y de ahí tomar el camión que sale cada 20 minutos las 24 horas. Dormí excelente, pagando poco, muy cerca de la zona céntrica y con buenas opciones cercanas para comer y comprar víveres. Muy recomendable.