El apartamento está muy bien: super amplio, limpio, moderno, cómodo, con wifi, etc. Nos lo dieron en la planta 17, por lo que las vistas eran preciosas. Yo había pagado un extra para "vistas al rio", y efectivamente había vistas al rio, pero tan solo desde la ventana lateral del salón, que se veía el rio parcialmente. Por otro lado, tenía el parking incluido, pero al llegar allí me dijeron que nunca está incluido en el precio, que era un error de Hoteles.com, pero que igualmente no me lo iban a cobrar, detalle que se agradece.
En el lado negativo, al apartamento le faltaban detalles básicos como cafetera, tostadora o incluso escoba y recogedor. De "amenités" tan solo estaba el dosificador de gel, no hay champú, ni secador de pelo. El rollo de papel higiénico estaba sobre el borde de la bañera, porque no hay dónde colgarlo.
De otro lado, la incomodidad de, como no hay recepción, tienes que llamar por teléfono cuando te falte una hora para llegar. Eso si, la chica que acudió a atendernos, encantadora, simpática y super amable.
Al abandonar el apartamento, tienes que dejar las llaves sobre la mesa y tirar de la puerta.
Ojo porque al llegar hay que pagar en efectivo la dichosa tasa turística: 1 euro por adulto y noche (otra estafa de los gobiernos)
La zona es la parte moderna de Lisboa, en lo que fue la antigua Expo 98.
En resumen, el apartamento está muy bien, pero esos detalles le restan muchos puntos, lo cual es una lástima. Aún así, sitio recomendable.