El hotel tiene buenas instalaciones, aunque cumpliendo los mínimos: espacios muy reducidos y cobrando por cualquier tipo de servicio adicional al cliente.
Atendiendo a esto, sería un hotel correcto para alojarse, aunque la atención al cliente es bastante desastrosa: te encuentras al llegar que nadie te atiende y te explica cómo será el check in, largos tiempos de espera y demoras en dar una respuesta sobre sus servicios, por ejemplo, para confirmar si es posible usar su shuttle al aeropuerto (de pago), tuvimos que esperar una hora hasta recibir confirmación.
El restaurante poco más de lo mismo, demasiada espera y atención muy selectiva a los clientes.
Para lo que tiene, que es muy básico, desde luego no volvería a repetir, es mi primera experiencia con un Mercure y dudo mucho que lo considere incluso en otra ciudad.