Es un hotel pequeño, pero acogedor.
El personal es amable y complaciente. La cantidad de usuarios permite que los empleados identifiquen a los usuarios y recuerden sus preferencias.
Las instalaciones y mobiliario son algo vintage lo que le da un cierto aire diferente al resto de hoteles cercanos.
Las habitaciones son adecuadas, muchas más amplias de lo normal. No se puede esperar un lujo innecesario porque el hotel responde a su relación calidad precio.
La cafetería para desayunos está bien atendida, tiene una variedad aceptable, los alimentos están correctamente conservados en el buffet y los camareros están al tanto de la reposición y de la atención a la huéspedes.
El lobby es relativamente amplio respecto al tamaño del hotel, y tiene rincones donde los huéspedes pueden sentarse a leer sin molestias.
Posee un salón para eventos y reuniones, en el que el personal del hotel coopera amablemente.
El SPA es acogedor y esta muy buen conservado. Es necesario reservar para su uso y ofrecen servicios adicionales.
Cerca del puerto, con toda la diversidad de restaurantes, y de las piscinas naturales.
Recomendable.