Está en un pueblo a 50 km. de Madrid. No se puede llegar por autovías, sino por rutas de campo.
Las instalaciones del hotel son demasiado antiguas, pisos de mosaico, SIN CALEFACCION CON 3° C.
No funcionan los teléfonos de ninguna habitación.
El segundo día no recibí el servicio de limpieza.
Desayuno: consta de un café pequeño, un zumo y un pan, cualquier adicional (sin aviso) le será facturado.
El servicio: Una de las tres noches que estuve alojado me desperté a la 1:00 am y solicité un té. La persona (que no estaba en la recepción sino en el restaurante), no podía hacérmelo...
La trampa: Al día siguiente a mi noche de insomnio, llegué a desayunar media hora después del horario establecido. Quien creo es la propietaria (Virginia), muy amablemente me ofreció el desayuno... nunca me aclaró que (por estar fuera de horario) me cobraría 14 Euros por un café, una tostada y una tortilla...
Al momento del check out, esta misma señora Virginia (ante mi reclamo) que así era. Le dije que no había problema, que viajaba muy habitualmente a Madrid y que no regresaría... se sintió muy dolida por lo cual me cobró 1 Euro más por una llamada que debí hacer desde la recepción a la Compañia Aerea y que no la habían facturado.