Desde el momento que uno llega se siente Bali, es muy parecida su arquitectura y decoración a la imagen que uno tiene de Bali.
El hotel no queda en la zona más turística de Bali, pero después de ir a varias partes de la isla volvería a quedarme acá porque esto si es involucrarse con la cultura.
El hotel tiene transporte hasta Ubud durante el día lo que es perfecto, ya que yo no quise alquilar moto, manejar en Bali es algo complejo.
La habitación que me tocó es súper amplia, el baño es espectacular, la cama es muy amplia y cómoda. El sonido de los animales al amanecer es increíble ya que estás en la selva.
Todo el personal se esfuerzan por hacer agradable la estadía en el hotel, casi todos hablan inglés para ayudarte en lo que pueden, la comida es deliciosa y no es un hotel muy grande lo que te permite sentirte cómodo sin tanta gente a tu alrededor.