En general el hotel es muy acogedor, esta muy bien ubicado y en muy buen estado sus instalaciones. El desayuno es excelente y todos los días tienen algo diferente. El personal de recepción y botones muy amables.
Un incidente negativo que tuvimos fue el día que íbamos para Machu Picchu muy madrugados, llegamos al restaurante y uno de los meseros fue súper grosero con nosotros y no se le dio la gana de brindarnos nada para desayunar; ya que desde la noche anterior se había hablado en recepción que no queríamos el desayuno para llevar ya que es puro pan y un jugo de caja nada saludable. En la Recepción nos dijeron que podíamos tomar lo que a esa hora ya estuviera listo, pero el mesero y el señor que está en Recepción a la madrugada muy poco empaticos, groseros y con cero calidad de servicio. No pudimos tomar el desayuno y mi suegra y mi tía de más de 60 años les toco irse sin comer nada. Eso nos pareció fatal, que un hotel de esa categoría haga una cosa de esas con sus huéspedes. Les sugiero que deben estar más atentos al servicio y cada día mejorar, sobre todo el personal de Restaurante, porque pareciera que no les gusta trabajar allí.