El hotel está bien pero la habitación es muy pequeña. Estuvimos 9 noches y resulta complicado moverse por ella aparte de difícil para guardar cosas. Las toallas las cambian todos los días pero no se entiende que no haya ningún aplique para colgar toallas, papel higiénico. Es raro.
La cama nos pareció cómoda por lo que pudimos descansar bien.
Hay varios metros a cinco minutos o diez minutos andando por lo que el desplazamiento está bastante bien porque además el metro de París funciona muy bien, con mucha frecuencia.
La zona del hotel tiene mucha animación, con muchos restaurantes (vimos que había un etíope, un afgano, kebabs, pizzerías), aunque nosotros llegábamos siempre muy tarde.
Nuestra habitación silenciosa, no tuvimos problemas de ruidos.
El personal amable, no tenemos ninguna queja.
Si no fuese tan caro el desayuno, creo que eran 12 euros, a lo mejor nos hubiéramos planteado desayunar todos los días. Por el contrario íbamos a una panadería que además te daban café por lo que el desayuno lo cubríamos sin problemas.