El vuelo salió con mas de una hora de retraso. Llegamos a las 5 de la madrugada y nos perdimos dos veces antes de encontrar el hotel. El llegar y ver, tanto el complejo, como nuestro apartamento, nos hizo olvidarnos de todo. Ha sido un lujo el apartamento, por ubicación, por espacio, jacuzzi, camas y sobre todo por la piscina en la puerta, ya que debido a las altas temperaturas, casi era imprescindible. Ha estado bien tener un supermercado justo enfrente, así como varios restaurantes. La música, normalmente hasta las 2 de la mañana, algún día fué bastante alta, pero la verdad es que luego entre semana estaba bien. Hemos vuelto con ganas de repetir destino y por supuesto alojarnos en el mismo sitio.