El hotel normal, de los años 90 o anterior, desde esa época parece que no le hicieron nada, el diseño y el mobiliario es de la misma época poco funcional, la picina que se encuentra en el piso 23 es diminuta el agua se encontraba turbia, desayuno normal, dos ascensores para 23 pisos es demasiado poco, me hospedé entre la habicion #2002, casi no salía agua de la ducha para llenar la bañara tardaba una infinidad, la recepción a la noche no tiene casi luz, daba miedo entrar ahí. Lo rescatable es el personal que siempre fue amable y la ubicación que se encuentra a 100 metros de la playa de Iracema.