Buen emplazamiento, excelente decoración, combinando tecnologías actuales con la sobriedad de antiguo palacete, tamaño óptimo sin aglomeraciones físicas ni mentales, personal profesional, discreto y cercano. Recomendable para una visita a una de las localidades más atractivas de nuestra geografía, Sos del Rey Católico, con embrujo, misterio e historia, en las que el hotel forma parte de un conjunto global e inolvidable para el viajero. Sin ninguna duda volveremos.