Es un hotel de diseño muy moderno y cómodo, el desayuno muy completo, soy celiaca y me brindaron pan y masas. El personal muy atento y dispuesto. La ubicación es buena, pero tienes que estar dispuesto a caminar, a 5 cuadras está el shopping Paladium y el café emblemático al lado de la Torre de Polvora: Café art noveau de la Casa Municipal, a la tarde se puede tomar café y torta a precio accesible con concierto de piano, un placer. A partir de alli se encuentra la ciudad vieja, nueva, puente de Carlos. Paralelo al hotel a 8 cuadras el barrio judio, etc. Praga es pequeña y se puede recorrer a pie, aunque es un poco complicada por el intrincado trazado de las calles y pasajes. Los citytour free a pie resultan muy convenientes, para orientarse.