Salvo la recepción, que la chica era un poquito estirada (pero todo el mundo tiene derecho a un día malo), todo fue perfecto. El health club con jacuzzi, sauna y una piscina caliente al aire libre es chachi, las habitaciones limpias y grandes (alguna nos tocó con una terraza al mar, otras con las ventanas del baño al mar...), el desayuno magnifico; copioso y con productos de callidad, la situación, a 5 min de la basilica patrimonio de la humanidad. Además es un detalle que esté justo frente al mar y que todo esté nuevecito. Para nosotros fabuloso.