El hotel está un poco fuera de la ciudad pero sí que está efrente de la playa con el parquing grande gratis y las vistas bonitas.
El personal de la recepción muy amable en todo momento. Habitaciones limpias, modernas y espaciosas, con olor de cookies en las cortinas (ñom). No faltaba nada, amenities - gel de ducha, champú, cepillo y pasta de dientes, incluso zapatillas.
Desayuno variado: fruta (comí allí las mejores mandarinas de toda Italia), verdura, dulces, queso, jamón, pan, huevos, ...y el café por supuesto.
Nos gustó mucho!