El personal de servicio muy amable y simpático. La piscina y el aire acondicionado muy bien, también. Todo el resto, lamentable. El hotel está lejos de todo y todo lo que ofrece es carísimo (una botellita de agua, 300ml, casi U$2, desayuno, casi U$10; almuerzo, casi U$17). Para ir a cualquier lado hay que hacerlo en uber o taxi. Además de la limpieza precaria (tengo fotos), adoptaron el sistema europeo (en el trópico) de no usar sábana de arriba, o sea, solo colcha gruesa... increíble... la TV tampoco funcionó. En fin... pésima experiencia; no recomiendo.