6/10
No había nadie en la finca. Ni personal que te indicará cosas. El desayuno tuvimos que intuir que tú te servias lo que quisieras de la cocina y te lo hacías y fregabas tú. Había un millón de mosquitos. Nos han comido. Horrible. Era salir de la habitación y te picaban a destajo. Hasta el checkout ha sido sin contacto. Dejas dinero en la mesa para las tasas y las llaves y te vas... Sitio raro. Bonito pero raro. No volvería por los mosquitos. Ahora eso sí bien ubicado.
Eva Elvira
Se hospedó 3 noches con familiares