El desayuno de muy mala calidad. Zumos sintéticos, pastas industriales y jamón, queso, etc muy mediocre.
El hotel, una casa antigua muy bonita y bien restaurante, aunque nada céntrico, lejos de todos lados, en un barrio como de estudiantes, mirando Roma como un recuadro està arriba a la derecha, cerca no hay nada interesante para visitar, hay que coger transportes para todo.