Ya viendo el exterior te echa para atrás, descuidado y casi ruinoso, personal de recepción ausente y más pendiente del movil que de atenderte. Muy mal trato a los clientes, se limitó a soltarnos la llave en el mostrador y ni nos indicó la habitación ni el piso ni nada de nada.
Nos tocó 5ª planta, el ascensor solo llega a la 4ª, al preguntar en recepción nos indica que tenemos que subir por las escaleras ¿?. Una vez dentro, nada más entrar nos encontramos con una cocina en estado ruinoso y una nevera (que no funcionaba a pesar de estar enchufada) en uno de los armarios encontramos restos de comida de algún inquilino anterior. De las dos ventanas tipo buhardilla de las que disponía la habitación, una no cerraba y la otra no abría. Aire acondicionado extremadamente ruidoso (similar a una aspiradora) que para colmo no enfriaba, nos tocó "dormir" con la ventana abierta y el aire apagado y ni con esas, el hotel está situado en un entorno muy ruidoso, da a las vias del tren, concurrencia de tranvías y a una autovia muy concurrida. Apenas pudimos dormir.
Para el check-out, nos tocó llamar a voces a la recepcionista durante 5 minutos, ya que estaba en un cuarto anexo con la puerta cerrada y de mala forma nos cogió la llave.
Amenities inexistentes en la habitación, para nuestra sorpresa estaban a la venta en recepción como si fuera oro en paño.
Aunque pone que tiene WIFI no hubo forma humana de acceder a él.
Salvo que no tengas otra opción, no lo recomiendo para nada.