El hotel se encuentra en pleno centro de Temple Bar, estupendo para tener todo el ambiente de pubs, comercios y monumentos cerca, aunque esto conlleva que el fin de semana haya mucho ruido en la calle. A tener en cuenta, ya que al ser un edificio antiguo y no estar aislado se oye mucho el bullicio exterior. (Casi da igual tener la ventana abierta que cerrada) Esto es algo que sí sería recomendable que renovasen. La habitación 305 está bien para pasar unos días, algo reducida de tamaño, pero suficiente. La limpieza excelente. Los recepcionistas muy amables y atentos. En general bien.