Muy mal el estado de los ascensores. 2 ascensores y los 2 rotos, teniendo que usar escaleras hasta planta 3 o montacargas de limpieza.
Absurda la estrategia del cava pre-servido en el desayuno. Si se pretende ahorrar cava no permitiendo que cada uno se auto-sirva, se consigue justo lo contrario, he desechado varías copas por estar calientes. El cava tiene que tomarse recién servido frío.
En el restaurante falta información de los platos y sus ingredientes.
Muy mal las llaves mecánicas en lugar de tarjetas magnéticas.
Decepcionante la posición de la piscina, sin ningún tipo de vistas al mar, solo un muro.
Spa bastante pequeño sin apenas servicios, aunque al menos es gratis.
La calidad de los colchones y almohadas es bastante lamentable.
En general bastante anticuado.
Para colmo las camareras de piso no reponían toallas, jabón, gel, etc. Cada día olvidan alguna cosa.
Como punto positivo, la habitación era amplia, y algunos de los camareros fueron especialmente atentos.