El hotel está increíble. Desde que ingresas al castillo, un largo corredor de árboles te acompaña mostrándote la majestuosidad del lugar. El castillo tiene habitaciones preciosas, hay una biblioteca con amplia variedad de títulos clásicos, una sala con un piano (aunque creo que no funciona), y un salón de juegos con mesa de billar. Los jardines son enormes, sin duda, una atracción para visitar; incluso tienen una zona para jugar cricket.
En cuanto a la habitación, rentamos la más económica; era pequeña, pero estaba limpia y bien decorada. La experiencia de habitar un castillo era un gusto que queríamos experimentar.
Por otra parte, el personal del hotel fue amable y servicial. Nuestra cena estuvo sabrosa, con platillos muy sofisticados.