El hotel está completamente nuevo. Cuando buscábamos hotel no nos gustó la ubicación, estuvimos en Praga hace años y los alrededores de la estación eran algo siniestros, pero luego resultó lo mejor. La zona ha cambiado y el hotel está a unos pasos de todo y muy cerca de la estación principal de tren, importante para nosotros pues hicimos excursiones desde allí. Nuestra habitación estaba en el último piso por lo que hacía calor, pero con el aire acondicionado sin problema. El hotel nos hizo un Upgrade y nos dió una preciosa habitación abuhardillada mayor de la que reservamos. Baño pequeño y funcional muy bien aprovechado. Los cerramientos de las ventanas de calidad, sin ruidos del exterior. Camas amplias y cómodas. La relación calidad precio inmejorable. La única pega es que, alegando temas Covid, no limpiaban la habitación si no lo pedías.