Al verlo por primera vez, el aspecto del Hotel es magnifico. La recepción, las zonas comunes, los restaurantes, la piscina... Todo impone y da la impresión de ser un excelente hotel. Pero cuando entras a las habitaciones, las impresiones agradables se acaban. Yo diría que son habitaciones de un hotel de 2* y no de 4*. El mantenimiento y la limpieza son correctos, pero el mobiliario tiene muchos años y deja bastante que desear.
Para la niña nos pusieron una cama supletoria que daba asco verla (no durmió ni una sola noche en ella).
El desayuno en el restaurante es excelente. Muy variado y bueno.
La piscina es preciosa, pero los que reservamos en los tipos de habitación más economicas tenemos que colocar las toallas en el suelo como si fueramos animales, mientras que las hamacas están reservadas a las habitaciones que hay a pié de piscina y que tienen allí su porche (no hablo del coche).
Nosotros nos íbamos al Sanur Plaza Suites, que es dónde está el tobogán y allí la niña disfutaba como una loca.
Otra cosa buena que tiene este hotel es que durante todo el día fleta minibuses que te llevan al Plaza Suites, al Centro Comercial y a la Playa (dónde ya hay reservadas de manera gratuíta unas hamacas para los clientes del hotel, lo que pasa es que si llegas un poco tarde ya no hay disponibles).
En definitiva, yo no volvería a este hotel núnca. Reservaría en un Hotel a pié de playa o cerca de la avenida comercial. O en último caso, si se tienen niños y quieren disfrutar del tobogán, una habitación en el Plaza Suites.