Es un buen hotel, pero se está quedando algo antiguo, las camas eran duras pero no cómodas, y las almohadas exageradamente gordas, aunque tenían servicio de cambio de almohadas, la primer noche fue nefasta, entre la almohada que tuve que dormir sin ella y el edredón que pesaba muchísimo, no había forma. Mis hijos de 10 y 4 años comentaron que el sofá cama para dormir fue muy incómodo.
El baño hacía un pitido molesto al encender la luz, y tiene bañera con una mampara que deja descubierto gran parte de la bañera y toda el agua se sale. Ahora se lleva mas que haya ducha en vez de bañera, debieran reformarlo. La cocina tenía solo una cucharita y detalles de ese tipo, todo se veía algo antiguo, estaba limpio pero se notan los años, me sentí en los 90's
Las tomas de luz no había quien las entendiera, solo había una al lado de la cama y estaba ocupada por la lampara, tuve que desconectar la lámpara para cargar el móvil pero a la mañana siguiente no se había cargado.. en fin.. muchos detalles que hay que resolver.
Lo mejor fue el tamaño del apartamento, un salón amplísimo y un gran dormitorio principal, 2 tv con muchos canales y el desayuno, variado, con fruta, huevo, fiambres, bollería, etc.