Ya lo conocía. El año pasado estuve 2 veces. Su ubicación me resulta cómoda por temas familiares. Pero esta vez me he sentido defraudado por las siguientes razones:
- El segundo día de mi estancia observo a media mañana que no me han arreglado la habitación. Lo comunico en recepción y me responden que no se limpia todos los días. Que si quiero que la arreglen todos los días lo tengo que decir y tiene un coste (????). Como me enfado mucho al final me la arreglan ese día y todos los demás.
- Al reservar no tenían disponible la habitación "estándar" que era adecuada al viajar solo. Me veo obligado a reservar una superior "estándar (Family Three)". Pero la que me adjudican es una estánsar, quizás algo mayor, pero no como la que me había visto obligado a reservar.
- Por último, esto es casuística, uno de los días a la 1 de la madrugada empezó a oírse a un volumen muy elevado, con el consiguiente despertar abrupto y acongojante, un discurso en finés y después en inglés que se repetía de forma alarmante. No me manejo en esos idiomas, pero era obvio que había que vestirse y salir corriendo por la escalera de incendios. Después de un buen rato por la calle y en el hall del hotel pudimos volver a nuestras habitaciones. Una falsa alarma.
Lo único positivo que esta vez por fin logré una habitación con la orientación requerida, pues las dos anteriores me colocaron frente un edificio en obras a pocos metros.
En cuanto al buffet ya lo conocía. Invariable día a día, año tras año.