El hotel se encuentra muy bien ubicado, a pocas paradas de metro al centro (Duomo). Lo que no me gustó fue que nadie en el hotel hablaba español y el inglés con acento italiano, a veces no se les entendía muy bien. Nadie te ofrece en el hotel si necesitas información de la ciudad, la verdad que no tenían ni un solo detalle con nada. Y por último otra cosa que no me gustó fue que me estaba secando el pelo y de pronto dejó de funcionar la secadora, llamé a recepción y me dijeron: "qué raro, bueno enviáremos a alguien para que lo revise". Yo justo estaba apurada ese día, porque nos íbamos en tren a Génova, esperaba y esperaba y nadie subió a ver la secadora y el pelo ya casi se me estaba secando sólo, así que tuve que llamar de nuevo ya molesta para ver que pasaba. Este tipo de atención para un hotel Sheraton, la verdad que me pareció muy decepcionante. En fin... el resto a parte de la mala atención, estuvo bien.