Es un lugar muy íntimo, con magia propia, la experiencia que se vive es con el verdadero Napoli, un lugar muy amable, que se hablan cosas de manera ignorante, es importante no hacer caso a los malos comentarios, la gente es amable, el hotel tuvo en particular una atención excelente por parte de Daniel, quién está pendiente de las llegadas, de las necesidades, la mujer que está temprano para apoyo en cocina y habitación es buena persona, aunque algo mal humorada.