Escogimos este hotel porque se apreciaba que es de resiente apertura. Cómo saben las habitaciones cuentan con cocineta, que aún cuando yo no iba a cocinar me interesaba el refrigerador para guardar una medicina de mi hijo y poner en el congelador las bolsas de gel que se congelan para que al día siguiente aguantara la medicina por carretera.
La habitación olía a comida y no quise ponerme muy estricta y aguante, pero al querer tomar una servilleta de rollo para secar la hielera, en la servilleta había un cucaracho pequeño, lo aplaste con otra servilleta, fui a la recepción y lo lleve, pedí un rollo nuevo empaquetado y le mostré el cucaracho, dijo pasaría el reporte.
Mi marido había manejado algunas horas, así que llegó, se bañó y durmió.
En el baño apareció otro cucaracho que aplaste con un Kleenex , empece a observar por donde salían, revisé la cocina y la cuchillería tenía excremento de cucaracho y fui nuevamente a la recepción y le llevé el segundo cucaracho, entonces la señorita vino a ver la habitación y frente a ella salió otro en la cocina y 2 mas grandes en el baño, ella dijo nos cambiaría de habitación, mi marido se molestó pues ya estaba dormido, al querer poner la medicina en la hielera ya había un cucaracho dentro de mi hielera, que asco! la señorita al estar tomando fotos le daba mucho asco. Yo pensé llegaría a mi casa con cucarachos.... que desagradable! Al final nos cambiaron de habitación, pero no pudimos descansar.